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HAY CAMBIOS QUE....

     Cambiar crea incertidumbre. No es fácil cambiar de mentalidad. No es fácil cambiar un hábito, una coducta. Y si este cambio lo llevamos al matrimonio, una relación de pareja, se nos hace espinoso, sobre todo a un catolico.
      Hay cambios que no son cambios, sino más bien son "caprichos", de personas que saben que hay que hacer un cambio y que al final opta  por lo que "piensa", sus gustos, sus intereses. Asi compro el auto que me gusta aunque no tengo como pagarlo; pinto la casa del color que me gusta sin importar la opinión  de la esposa-o; voy al restaurant sin importar las necesidades de mis hijos. Y así sigue la cadena de "caprichos". Hay cambios "forzados", en donde la persona se ve obligada a cambiar. Una diabete hace cambiar tus dietas; un incendio hace cambiar tu casa; un despido de trabajo hace cambiar tus planes. Y asi sigue la cadena de "forzados". Hay cambios "sorpresas" en donde la persona viene sorprendida por una buena o mala noticia, un esposo-a infiel, una hija embarazada, un hijo drogadicto, un divorcio, etc. Y siguen las sorpresas.
     Un matrimonio es como una "caja de sorpresa", en donde cada día es nuevo, en donde cada instante es como un corazón que late y que puede pararse. Hay que estar atento "a los signos de los tiempos" dice Jesus. No podemos estar dormidos. En el matrimonio no se debe estar dormido. No debe dar todo por seguro. El amor es exigente. Muy exigente. Es un niño  que lo exige todo. Para el esposo la mujer debe ser su amiga, su novia, su esposa, su amante. De igual manera el esposo para su esposa. Ahora bien, siempre los conflictos y los problemas estarán como hijos. Son partes de sus vidas, de su matrimonio. Y como ellos ya estan ahí , hay que solucionarlos. Es tarea de ambos cónyuges. Creemos que cuando hay problemas matrimoniales es la mujer quien tiene que solucionarlos. De hecho es ella quien mas busca la solucion. Los hombres somos mas retardados o indiferentes, por nuestro machismo, en eso. No le damos la importancia que amerita. Un problema familiar es de dos. Hay cambios que hay hacer en el matrimonio. Cambios que caen bajo sus responsabilidades. Cuando hay que buscar ayuda es tarea de ambos.
     En sentido amplio existen tres tipos de situaciones conyugales que hay que tener mucho cuidado cuando a cambio se refiere. Veamos:
      -El imposible: es aquella situación  que se da en una pereja que nunca debió de casarse. Confundieron la amistad con amor. Compartian, se divertían...ahora de casado han descubierto que fue un error. Ahora, como regalo, hay hijos. Estas personas no tienen voluntad de hacer cambios significativos en sus personalidades o procedimientos. La inmadurez reina en uno de ellos, o en ambos. No es raro encontrar la neurosis. Por lo pronto se descubre lo sádico, lo brutal, los golpes,los celos. O se descubre la dependencia materna. Como decia un amigo: " es que mi Mamà  me entiende mejor". Mi amigo quería una esposa-madre. Edipo en accion. O una esposa apegada a sus padres, en especial su papá . Quiere que su esposo sea como su papa. En resumen, son personas egocentricas. Sólo piensan en ellas.
      -El personal: es aquella situación en donde la pareja es consciente y realista con sus problemas de personalidad y hace el esfuerzo por alcanzar la meta de un mayor crecimiento emocional. Buscan asesoramiento, se instruyen, van a seminarios, charlas, grupos...En pocas palabras, están abiertas para emprender una acción positiva.
     -La situacional: es aquella situación en donde la pareja son bastantes maduros, razonablemente emparejados en cuanto a temperamento, vivencias, creencias y valores, pero que desconocen técnicas importantes mediante las cuales pueden resolver los problemas cotidianos. Como se suele decir:"se ahogan en un vaso de agua".
     Concluyo diciendo: nunca es tarde para aprender. Los cambios han de hacerse en serenidad, orando, y pensando en el bienestar de la familia. Que es el bienestar de todos.

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