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Mostrando entradas de octubre 23, 2016

LA TERNURA DE DIOS

     San Juan de la Cruz vivió la orfandad al perder a temprana edad a su padre. Esa experiencia de ausencia lo fortalece y al mismo tiempo le abre la mente a lo trascendente y a lo valioso: Dios. Para el santo, Dios se convierte en más que un padre, es la madre cercana, atenta y amorosa. Aquella que guía con amor, que aconseja con amor y que corrige con amor. Dios, cual madre, alimenta a sus hijos con sus propios pechos, les da a beber leche caliente y sabrosa, le da a comer manjar blando y dulce, les lleva en sus brazos y les premia con regalos. Es la revelación del lado femenino de Dios. Queda atrás aquella imagen persistente del Dios de la guerra, de la venganza y de la muerte del Antiguo Testamento.  Un cambio no tanto de Dios sino más del ser humano, de su imagen de Dios, de su relación con Dios. Como dice en uno de sus dichos: Dios no se da del todo a quien no se da del todo. Lo cual nos indica que Dios se revela poco a poco en el ser humano. Siempre   ha formado parte de nuestr