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CRISTO SI, IGLESIA NO.

    Abordo este tema desde la vivencia y experiencia de San Juan de la Cruz, la cual en mi opinión, es muy sabia y certera. Sabia porque nos evita dolores de cabezas pensado en si soy un auténtico  católico o no; y certera porque nos evita perder tiempo en todo aquello, llamase religiones y sectas, que vemos en cada esquina vendiendo ilusiones trasnochadas.     No es nueva, ni es crisis actual, la  expresión: ``Cristo si, la Iglesia no``.  Es la ignorancia. Es la rebeldía. Es el reflejo de no vivir en  comunidad. De vivir en Iglesia. Es la exteriorización de su vacío interior. Es, a la vez, la expresión de su desorden espiritual. Vivir en la Iglesia es vivir en comunidad. Con lo pro y lo contra. Virtudes y defectos. Y de todos, no solo del laico sino también del consagrado. Se vive en una realidad llamada: humana. Y como la Iglesia la componemos todos  los bautizados en ella no escapamos de esa realidad tan conocida.      Para San Juan de la Cruz todas las mediaciones de Dios, po
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LIDERAZGO COMPARTIDO

   Mandar. Dar ordenes. Dirigir. Ser lider es un don de Dios. Pero sabemos, por experiencia, que existen pésimos  y excelentes líderes. Hay cal y arena. De igual a una empresa en el matrimonio se necesita un liderazgo. Se necesita caminar con pautas, ideas creativas, y con razonamientos mensurados. Un hogar sin liderazgo va como un barco sin capitán. Los obstáculos van empañando  y opacando lo bello y lo noble del matrimonio. El caos impera. La luz se esconde. La agresividad se entrona. Y la comunicación enmudece.   Ahora bien, cuando en el matrimonio hay liderazgo la posibilidad de vencer los obstáculos es muy alta. La sangre fluye sin temor. Las ideas salen a disfrutar su libertad. Las metas se ven más  cercanas. No hay angustia ni opresión. La confianza hecha raíces profundas y el amor se encumbra.      En toda pareja hay diferencias. Por lo tanto, hay difencias de liderazgos.  ¿Cuál  seguir? ¿Cuál es el más apropiado? Por lo general en el liderazgo se van dando pautas. Uno pued

LA MISION EN EL HOGAR

      Es hermoso y gratificante participar del bautizo de un niño-a.  Es una liturgia cargada de símbolos: agua, óleo , velas, sal, ropas, etc. Las lecturas giran entorno al nuevo nacimiento. Se predica sobre ser hijos de Dios, las responsabilidades de padres y padrinos, la importancia de ser parte importante en la Iglesia. Y hay un momento de mucho significado: la unción con el óleo , conocido como crisma. ¿Qué tiene que ver con el hogar?       La criatura viene ungida con el crisma. El cual es bendecido por el obispo el jueves santo. Y su significado es que el nuevo cristiano comparte con Jesús una triple misión como profeta, rey y sacerdote. Una misión que viene olvidada desde el momento en que se sale del templo. Y en hogar ni se diga. Solo se habla de las fotos y de otros chismes callejeros. Pero un cristiano que busca seguir a Jesús con seriedad sabe que su hijo a entrado a formar parte de la vida divina, es un hijo de Dios real, no un adoptado. Que su hijo es miembro de la Igle

LA VIDA PARECE UN INFIERNO

    Desde que uno nace la vida se nos presenta como un infierno: dolor, gritos, incertidumbres, angustias, Y a la medida que vamos creciendo nos van llegando más problemas y conflictos. La paz se nos esconde o nos huye. La salud empeora, las fuerzas se nos acaban, la muerte nos toca la puerta. Y la familia nos envuelve con sus infiernos: deudas, desempleo, riñas...La sociedad nos involucra en sus infiernos. Y así la vida, por muy hermosa que la veamos, tiene su crujir de dientes, su fuego y su infierno.     Esa percepción de la vida como infierno nos puede arrastrar al pesimismo. Lo cual es muy peligroso. Se puede caer con gran facilidad, en el aburrimiento, la tensión, el miedo, enfados, agresividad, complejos, tristeza...Y más  que vivir las maravillas del mundo vivimos las miserias  que hemos fabricado en nuestro interior. Es cierto que se viven y se ven infiernos por todas partes, pero hay que vivir y ver los cielos fuera y dentro de nuestra vida.     Dios, no quiere ver sus hi

ES DE SABIO

      Vivimos en un mundo de grandes avances tecnológicos y donde los medios de comunicación nos muestran a cada instante un nuevo descubrimiento. Así en la medicina como en los medios técnicos. El hecho es que el avance es rápido y certero. Y le damos la bienvenida con dinero o sin dinero para adquirirlos. Pero hay un problema: la sabiduría.       La sabiduría nos sale a interpelarnos: ¿hacia dónde nos dirigen los descubrimientos? ¿En que nos benefician? ¿Qué nos dan y qué nos quitan? etc.  Y las respuestas llueven a torrenciales. Y pienso que cada descubriendo debe ser ponderado y analizado a profundidad. Y se debe partir desde la sabiduría. Esto es, ¿me humaniza el descubrimiento? ¿Me destruye? ¿Beneficia a la sociedad?        El salmo 6 nos habla de que la sabiduría es radiante e incorruptible, lo cual da una pista hacia dónde debe dirigirse todo descubrimiento: al bien. En donde todos nos sintamos sin amenazas, sin miedo, sin hambre, sin rencor, etc. En donde la hermandad sea

CARCELES HOGAREÑAS

    Es muy penoso y doloroso evidenciar las cárceles en ciertos hogares. Es una cárcel de dos. De un hombre y una mujer. A los hijos no lo involucramos para no extender la reflexión. No podemos quedarnos indiferente ni callado ante una situación que abochorna y humilla. La sensibilidad humana va en decadencia. Cada día se abren nuevas cárceles con nuevas modalidades aplastantes. Y en el mayor de los casos es la mujer la que termina encarcelada. Se le ve como un objeto de uso y abuso. Amor, respeto y cortesía hacia la mujer están anuladas. La violencia se va imponiendo. Cada día hay mas golpes y muertes. ¿Qué está pasando en nuestra sociedad? ¿Hacia donde vamos?          Hay fallos. Muchos fallos. Falla la educación. Falla el Estado. Fallan las instituciones que deben velar por el bienestar de la dignidad humana. Falla el hogar. Falla el corazón. Hay un vacío profundo y silente que nos va arropando a ser egoístas. Solo se piensa en el YO. Y en un hogar el YO destruye. El NOSOTROS se d