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Mostrando entradas de 2016

JESUCRISTO, PALABRA DEFINITIVA

   Se vive de sueños, ilusiones, proyectos. Como ser humano buscamos lo mejor, lo máximo, lo perfecto. Y el camino parece que nos acaba. Que hemos caminado mucho, pero falta mucho mas. Y que hemos logrado mucho, pero nos falta algo. Siempre nos queda el final. Y seguimos buscando mas y mas.     En en ámbito católico esa búsqueda de lo definitivo es constante. Los movimientos religiosos nos lanzan hacia la meta definitiva: llegar a ser santo. Llegar a Dios. Se dice popularmente que todos los caminos conducen a Roma. En lo espiritual todos los caminos conducen a Dios. Y dentro de tantas flores se escogen unas cuantas. Unas con espinas y otras no. Unas mas altas y hermosas. Otras mas bajas y menos agraciadas. Pero lo que cuenta es tener la flor. Y ahí esta la riqueza de la Iglesia, todos con la flor en mano. Y esa flor tiene un nombre: carisma. Un carisma que nos hace diversos, diferentes, pero con la centralidad en Dios.       El camino de esa centralidad es Jesús. Como dijo: nadie va

LA TERNURA DE DIOS

     San Juan de la Cruz vivió la orfandad al perder a temprana edad a su padre. Esa experiencia de ausencia lo fortalece y al mismo tiempo le abre la mente a lo trascendente y a lo valioso: Dios. Para el santo, Dios se convierte en más que un padre, es la madre cercana, atenta y amorosa. Aquella que guía con amor, que aconseja con amor y que corrige con amor. Dios, cual madre, alimenta a sus hijos con sus propios pechos, les da a beber leche caliente y sabrosa, le da a comer manjar blando y dulce, les lleva en sus brazos y les premia con regalos. Es la revelación del lado femenino de Dios. Queda atrás aquella imagen persistente del Dios de la guerra, de la venganza y de la muerte del Antiguo Testamento.  Un cambio no tanto de Dios sino más del ser humano, de su imagen de Dios, de su relación con Dios. Como dice en uno de sus dichos: Dios no se da del todo a quien no se da del todo. Lo cual nos indica que Dios se revela poco a poco en el ser humano. Siempre   ha formado parte de nuestr

El MONO ENOJADO

El mono enojado. El hombre mono. El hombre enojado. La conducta del hombre en acción. Aquella actitud picante, agria, agresiva. Es esfimera pero apasionada y voraz. Una energía que estaba escondida y que como llamas de fuego brotan del interior. Rabietas incompresibles, locas, hirientes y peligrosas. Me refiero a la conducta del hombre inseguro. Ese sentimiento de llamar la atención, gritar, patalear... Busca un fin: el poder. Sentir el poder en sus manos. Utilizar ese poder para sentirse seguro. Cuando una mujer se casa suele decir: "estoy feliz". Apenas se ha casado y ya es feliz. Y es feliz porque se siente amada. Y por lo tanto, protegida. Para ella su esposo es el hombre perfecto. El es su seguridad y su felicidad. Es el hombre de la casa. El proveedor, en de las ordenes, los controles. Es el que conducirá el barco del hogar.Y se suena en los hijos y nietos. Y mientras se oye el canto nupcial todo va bien. Cuando termina la cosa es otra. Ya el hechizo se esfuma. La real

ILUMINAR LOS OJOS DEL CORAZON

     La metáfora es de San Pablo en una carta dirigida a los Efesios. Pablo ora a Dios para que así como el estaba en la ceguera espiritual, en el desconocimiento de Jesús, del plan de Dios para la creación, el pueblo de Israel, y en el toda la creación, salga, de una vez y por toda, de la ceguera, de la necedad, de la oscuridad en que vive. ¿De qué   modo? Dejando entrar a Jesús en sus vidas. Es aceptar a Jesús como el Hijo de Dios, el Mesías, el enviado a dar sentido a la creación.      Iluminar el corazón es reconocer nuestra riqueza interior: somos amados por Dios dado que El nos ha enviado su mayor tesoro, su Hijo.      Iluminar el corazón es ver que Jesús ha estado siempre con nosotros puesto que ha sido un proyecto amoroso de Dios desde la eternidad.      Iluminar el corazón es reconocer que hemos fallado en el amor.      Iluminar el corazón es ver que nuestro interior se ha llenado de todo, menos de Dios.      Iluminar el corazón es comprobar que hemos recorrido caminos eq