El orar de Teresa de Jesus es muy curioso. Llama mucho la atencion. Por ser mujer, por ser franca y por ser precisa. Como mujer, no se acompleja de la altura, sabiduria y santidad de los hombres en el modo de orar. Ella se coloca a la par de todos. Dios no mira sexo, mira corazones. De capacidad intelectual no se asusta, no importa que muchos sean grandes letrados o que sean famosos, solo importa que Jesus es su amigo y maestro. Y de santidad ni gracia le provoca. Conoce de falsa santidad, de hipocresias, de orantes bobos y zorros. Su principio es sencillo: andar en la humildad porque esta anda en la verdad.
Es clasica su definicion de la oracion:"...tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas, con quien sabemos nos ama" (Vida 8,5). Orar no implica sabiduria, no implica condicion sexual, no implica clase social, ni estado de vida. Lo importa es tu disposicion, tu apertura al dialogo con Dios. Es un dialogo que se ejercita desde la amistad y desde el amor, posible en todo lugar y toda circunstancia. Es un dialogo de encuentro y confidencialidad. Es presencia y espontaneidad. La idea el Dios jefe, del Dios cruel y castigador queda excluida. Teresa nos descubre al Dios de Jesus, el de la amistad, el de la misericordia, el Padre insistente y perseverante, el de los brazos abiertos a todos sus hijos.
Teresa de Jesus, en tiempo dominado por hombres, habla de oracion. De la oracion que "ilumina " para conocer "las verdades". De una oracion que da conocimiento y transforma. De una oracion que empuja a obrar la caridad. De una oracion que despierta a amar. Es una oracion que desborda metodos y formas, que desborda razon e imaginacion. Es una oracion afectiva, en donde la vida de la persona se encuentra a si misma, en lo mas profundo. En donde ve su pequenez y grandeza, sus defectos y virtudes. Una oracion que se deja iluminar de la fe, la Palabra de Dios, los sacramentos, del Magisrerio de la Iglesia.
Es una oracion dinamica, siempre en la busqueda de Dios. En donde cada parte del ser entra en accion (voluntad-entendimiento-fuerzas corporales) con el fin de encontrar al mismo Dios. Esa busqueda va abriendo puertas al conocimiento de Dios, Jesus, el Espiritu Santo, la Iglesia,etc. Se van similando las nuevas exigencias de la virtud y la entrega. Todo se va realizando en un apostolado concreto en bien del Pueblo de Dios. Es poco lo que se hace por lo mucho que nos ha dado.
En esencia, esa amistad con Dios solo busca "contentar en todo a Dios", dice:
"No esta el amar en el mayor gusto,
sino en la mayor determinacion
de desear contentar en todo a Dios
y procurar en cuanto pudieramos no le ofender,
y rogarle vaya siempre adelante
la honra y gloria de su Hijo,
y el aumento de la Iglesia Catolica.
!Estas son las senales del amor!" (Moradas IV, 1,7).
Es clasica su definicion de la oracion:"...tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas, con quien sabemos nos ama" (Vida 8,5). Orar no implica sabiduria, no implica condicion sexual, no implica clase social, ni estado de vida. Lo importa es tu disposicion, tu apertura al dialogo con Dios. Es un dialogo que se ejercita desde la amistad y desde el amor, posible en todo lugar y toda circunstancia. Es un dialogo de encuentro y confidencialidad. Es presencia y espontaneidad. La idea el Dios jefe, del Dios cruel y castigador queda excluida. Teresa nos descubre al Dios de Jesus, el de la amistad, el de la misericordia, el Padre insistente y perseverante, el de los brazos abiertos a todos sus hijos.
Es una oracion dinamica, siempre en la busqueda de Dios. En donde cada parte del ser entra en accion (voluntad-entendimiento-fuerzas corporales) con el fin de encontrar al mismo Dios. Esa busqueda va abriendo puertas al conocimiento de Dios, Jesus, el Espiritu Santo, la Iglesia,etc. Se van similando las nuevas exigencias de la virtud y la entrega. Todo se va realizando en un apostolado concreto en bien del Pueblo de Dios. Es poco lo que se hace por lo mucho que nos ha dado.
En esencia, esa amistad con Dios solo busca "contentar en todo a Dios", dice:
"No esta el amar en el mayor gusto,
sino en la mayor determinacion
de desear contentar en todo a Dios
y procurar en cuanto pudieramos no le ofender,
y rogarle vaya siempre adelante
la honra y gloria de su Hijo,
y el aumento de la Iglesia Catolica.
!Estas son las senales del amor!" (Moradas IV, 1,7).
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