Como se puede observar, las únicas fuentes con autoridad que hablan expresamente de la infancia de Jesus son los dos primeros capítulos del Evangelio de Mateo y de Lucas. Los cristianos nos dejamos caer emotivamente en sus "brazos", y lo que se nos narra en esos capítulos los convertimos en parte de nuestro "credo". Nos hemos habituados a ver en estos capítulos una historia hermosa, dulce, tierna, en donde se respira un aire puro, doméstico y cargado de sentimientos. Se ve una historia narrada con sencillez y con un orden "exacto" y una "verdad exacta". Pero en la práctica ese no es el sabor ni el color. Los exegetas han demostrado que el Evangelio de la Infancia, como se le conoce a estos capítulos, no son un recuento intrínseco de romanticismo, sino más bien, una historia de naturaleza particular, una historia meditada y profundizada a la luz del Antiguo Testamento (A.T), en el cual el dato narrativo esta estrechamente unido a reminiscencia y ...
RELIGION-FILOSOFIA