Mandar. Dar ordenes. Dirigir. Ser lider es un don de Dios. Pero sabemos, por experiencia, que existen pésimos y excelentes líderes. Hay cal y arena. De igual a una empresa en el matrimonio se necesita un liderazgo. Se necesita caminar con pautas, ideas creativas, y con razonamientos mensurados. Un hogar sin liderazgo va como un barco sin capitán. Los obstáculos van empañando y opacando lo bello y lo noble del matrimonio. El caos impera. La luz se esconde. La agresividad se entrona. Y la comunicación enmudece. Ahora bien, cuando en el matrimonio hay liderazgo la posibilidad de vencer los obstáculos es muy alta. La sangre fluye sin temor. Las ideas salen a disfrutar su libertad. Las metas se ven más cercanas. No hay angustia ni opresión. La confianza hecha raíces profundas y el amor se encumbra. En toda pareja hay diferencias. Por lo tanto, hay difencias de liderazgos. ¿Cuál seguir? ¿Cuál es el más apropia...
RELIGION-FILOSOFIA