Hoy día estamos propenso a vivir acelerado. El tiempo vuela. Nos falta tiempo para todo. El tiempo para esperar no existe. El tiempo para analizar, pensar, tomar decisiones, meditar, orar...no existe. O mejor aún, existe, pero no hay tiempo. Unos jóvenes se enamoran, desean casarse, formar una familia, se casan, tienen sus hijos...al final quieren divorciarse. ¿Qué falló? Un joven desea ser profesional, escoge su carrera , su universidad, al final quiere estudiar otra cosa. ¿Qué falló? Pueden ser mucho los motivos y las razones de los fallos pero hay uno que se encuentra en el centro: la falta de discernimiento. Tantas frustraciones, dolores de cabeza, amarguras, escándalos...se pudieron evitar si nos hubiésemos tomado el "tiempo" para discernir. Se va al matrimonio con la mente vacía, o mejor dicho, con mentes llenas de fantasías , sueños, posibilidades. No se "estudia" al otro. No se "conocen" a un cierto nivel más o menos profundo. ...
RELIGION-FILOSOFIA