En la vida cada ser, cada persona es un mundo. Somos una hechura especial, única. En lo físico somos diferentes. En lo espiritual también somos diferentes. Cada creyente busca de un modo diferente a Dios. Unos son amantes del rosario, otros de los vías crucis, otros de la liturgia latina, otros son marianos, etc. Por eso la opinión es diferente, el amar, el perdonar, el reaccionar...Dios rompio cada molde. Aunque existan semilitudes y semejanzas entre nosotros la diferencia domina.
Dada y conocida las diferencias es normal ver las discusiones, las divisiones... Cada uno desea resaltar lo que considera mejor y mas valioso o significativo. Creo que no esta mal las diferencias. Creo que nos enriquecen, nos dan nuevas perspectivas. Si, también creo, en ser objetivos, de no encerrarnos, en no querer ver la "objetividad" o "sujetividad" del otro. Hay que oír, ver, investigar. Hay que dejar y hay que recibir, aunque nos duela. El vuelo nos asusta. Pero si confiamos en el Espíritu Santo que nos guía llegaremos a volar.
La Iglesia católica abre y nos presenta una gran amalgamas de la acción del Espíritu Santo. Son tantas las espiritualidades que nos ayudan a vivir a plenitud el Reino de Dios desde nuestra historia. Son caminos y fuentes que nos conducen y sacian. Es buscar el que nos lleve a amar mas Dios y al prójimo. No se trata de recorrelos y bebérselos todos, es imposible. Hay personas que terminan como se suele decir "sin pito y sin flauta" porque quieren abarcar demasiado. Terminan secos como la higuera. Hay otros que están en donde no tiene que estar. Están como pez fuera del agua, y por lo tanto, andan bebiendo en el pozo ajeno. No viven lo que eligieron, se sienten bien sólo porque la institución, comunidad o grupo es su seguridad, su refugio. Pero no viven el carisma ni la espiritualidad que dicen representar o pertenecer. Es un daño para todos. Para el individuo que internamente no se llena y realiza, ni para la institución que tiene que soportarlo y dejar que algún día se sintonice con ella, ni con los que reciben su mensaje u orientación que esperan claridad, transpariencia y fidelidad. Volando transparente y firme ganamos todos.
Dada y conocida las diferencias es normal ver las discusiones, las divisiones... Cada uno desea resaltar lo que considera mejor y mas valioso o significativo. Creo que no esta mal las diferencias. Creo que nos enriquecen, nos dan nuevas perspectivas. Si, también creo, en ser objetivos, de no encerrarnos, en no querer ver la "objetividad" o "sujetividad" del otro. Hay que oír, ver, investigar. Hay que dejar y hay que recibir, aunque nos duela. El vuelo nos asusta. Pero si confiamos en el Espíritu Santo que nos guía llegaremos a volar.
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