Su transcripción del griego proviene de Yesua'= (Yehosua'), que significa "Yahveh es salvación". Era un nombre muy común entre los judíos, por lo tanto su significado no era tomado en cuenta, pasaba a ser indiferente e inadvertido. Pero no así en el plan de Dios. Tal es así que cuando Dios envia al angel a Maria lleva como tarea explícita el nombre que desea para su hijo. El angel es enviado con el NOMBRE (Lc 1,31; 2,21).
El hijo de Maria y el hijo adoptivo de Jose se llamará: JESUS. Y dicho nombre tiene su explicación y que le dará el significado a su plan: "Porque librará a su pueblo de sus pecados". El objetivo es salvífico, por lo tanto, religioso, no político ni social, ni económico.
El nombre posee ya un poder, una autoridad, una dirección: Dios. En la carta a los Filipenses (2,9s) se dice que "Dios le concedió el nombre sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesus toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos". Ya no es un nombre común y sin reconocimiento. Es ya un nombre involucrador, que crea lazos de compromisos, de luchas y persecución, hasta de muerte. Es un nombre de decisiones, opciones, de tomar partido en la vida y para la vida. Conmigo o contra mi llegó a decir Jesus. Esto esta a indicar, como dato importante, la historicidad de "Jesus de Nazaret" (Jn 18,5.8.19). No fue un fantasma ni un espíritu, sino un ser, un hombre con nombre, con palabras y acciones. Era conocido y reconocido. Buscado para escucharlo, para experimentar sus milagros. Amado y odiado. Admirado y perseguido.
Pero además de su historicidad como persona, hay que sudbrayar su historicidad como salvador, como enviado de Dios (Hech.2,38s).Es precisamente en su NOMBRE que se inicia la vinculación a su persona, al plan de Dios.Asi vemos en el bautismo: "en el nombre de Jesus". Y en virtud de su nombre Jesus da potestad a sus apóstoles: "En virtud de mi nombre arrojarán a los demonios...,impondrán las manos a los enfermos y estos recobrarán la salud" (Mc 16,17s). Y cuando los apóstoles se quejan a Jesus de que algunos, sin pertenecer al círculo de los discípulos, expulsaban los demonios en su nombre (Mt 7,22), Jesus simplemente le hace ver que están obrando bien, están obrando en su nombre. Estan con El y para EL.
Los Hechos de los apóstoles refieren como Pedro curó a un paralíptico y declaró:"Pues, por la fe en su nombre, a éste a quien veis y conoceis, lo ha fortalecido ese nombre, y la fe que por él se nos da le ha otorgado esta curación total en presencia de todos vosotros"(3,16).
Así, posteriormente Justino (+165) vuelve a destacar que los cristianos, mediante la invocación del NOMBRE de Jesus, "expulsaban a toda clase de demonios, los vencen y someten" (Dial, 30,3). Y a si también lo destacó Origenes (+254).
El NOMBRE de Jesus fue adquiriendo una gran importancia en todo el quehacer de la comunidad cristiana. Los monjes le dan una dimensión mística en la oración: repetir el nombre de Jesus es introducirse en la intimidad de Dios. Ya para 1862 el papa Pio IX aprueba para toda la Iglesia la "letanía del NOMBRE de Jesus".
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