Siempre me ha llamado la atención esa familiaridad y cercanía que ciertos personajes del Antiguo Testamento se relacionan con Dios. La vida de ellos, como miembros de un pueblo, en este caso, Israel, no se concibe sin Dios. Se respira religión por toda parte, aún en las divergencias y distanciamientos; aún en la política, en las costumbres, en la economía, en sus leyes... Y lo curioso es que abarca todo el quehacer humano, toda su historia. Así vemos a Adán y Eva hablando con Dios con toda naturalidad, de un tú a tú. Esto indica cercanía y sencillez. Así vemos a Abraham, que desde su vejez se empeña en descubrir la voluntad de Dios y seguirlo en base a promesas que no sabe si se harán realidad o son un engaño. Así también Moisés se lanza a cruzar el mar rojo, con todo un pueblo a su espalda, en búsqueda de la libertad. Y si seguimos nos vamos a encontrar con los profetas (Jeremías, Isaías...); con reyes (David, Salomón...) que confirman esa presencia cercana, íntima y profunda con Dios. Aún en el pecado, en las caídas. Y ahí está la grandeza de Dios, que no huye, aunque se enfada con las incongruencias humanas.
Indudablemente las Sagradas escrituras está llena de personajes que han hecho un hito en la historia. Personajes que dejaron su "vida" a un lado con el fin de que todo el pueblo tenga "vida". Me viene a la mente a Jonás, el profeta rebelde a Dios. Es el profeta que hace lo contrario de lo que Dios le ordena. !Vaya osadía! ¡Más que profeta es un antiprofeta! A nuestro entendimiento le parece ilógico, pero en sí no lo es por la sencilla razón de que él no es el mensaje sino el mensajero.
Dios le dice a Jonás: "Levántate, vete a Nineve,la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí "(1,2)... Y agrega: "Nineve será destruida". Se narra que Jonás levantó, pero en vez de ir, huyó. Y que en lugar de ir a Nineve se dirigió al lugar contrario, Tarsis. Jonás quizo jugar al gato y al ratón con Dios. Quizo ser más listo que Dios o quizo ser el más tonto de lo creado por Dios. Pero en fin, le salió el tiro por la culata. Como nos sucede a muchos.
Se nos dice que Jonás se embarcó, como un Cristobal Colón, con la diferencia de que nuestro Jonás huye sabiendo que tiene que anunciar una destrucción para un pueblo, y Colón sale en búsqueda de nuevas tierras y fortunas. Ambos en embarcaciones, en el mar, a la aventura. Uno con el mandato de Dios de crear conversión , arrepentimiento, y el otro crear fortuna y fama. Y a ambos Dios los utilizó (pedonen la expresión) para sus planes: llegar a todos, ser conocido por el ser humano. Dios en Nínive, Dios en America. Así son sus planes, que a primera vista son ilógicos y confusos, pero que se realizan a plenitud y para bien de todos.
Levántate, es el llamado de Dios a seguir su trayecto y proyecto, muchas veces incomprensible, sin sabor y sin luz. Sólo su palabra nos anima a seguirlo. La fe en El nos une a tantos hombres y mujeres que caminaron deseosos de vivir en El.
Indudablemente las Sagradas escrituras está llena de personajes que han hecho un hito en la historia. Personajes que dejaron su "vida" a un lado con el fin de que todo el pueblo tenga "vida". Me viene a la mente a Jonás, el profeta rebelde a Dios. Es el profeta que hace lo contrario de lo que Dios le ordena. !Vaya osadía! ¡Más que profeta es un antiprofeta! A nuestro entendimiento le parece ilógico, pero en sí no lo es por la sencilla razón de que él no es el mensaje sino el mensajero.
Dios le dice a Jonás: "Levántate, vete a Nineve,la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí "(1,2)... Y agrega: "Nineve será destruida". Se narra que Jonás levantó, pero en vez de ir, huyó. Y que en lugar de ir a Nineve se dirigió al lugar contrario, Tarsis. Jonás quizo jugar al gato y al ratón con Dios. Quizo ser más listo que Dios o quizo ser el más tonto de lo creado por Dios. Pero en fin, le salió el tiro por la culata. Como nos sucede a muchos.
Se nos dice que Jonás se embarcó, como un Cristobal Colón, con la diferencia de que nuestro Jonás huye sabiendo que tiene que anunciar una destrucción para un pueblo, y Colón sale en búsqueda de nuevas tierras y fortunas. Ambos en embarcaciones, en el mar, a la aventura. Uno con el mandato de Dios de crear conversión , arrepentimiento, y el otro crear fortuna y fama. Y a ambos Dios los utilizó (pedonen la expresión) para sus planes: llegar a todos, ser conocido por el ser humano. Dios en Nínive, Dios en America. Así son sus planes, que a primera vista son ilógicos y confusos, pero que se realizan a plenitud y para bien de todos.
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