
Nuestro error es querer ser el otro. No se esta contento ni comforme con lo que es. No está a gusto con lo que es. Y esto sin tomar en cuenta lo externo de nuestro ser: color, tamaño, raza, familia, posición social, etc. Se vive más para lo "exterior" que para lo interior. No es extraño la frustración, la inconformidad y la angustia.
No es raro ver a muchos padres que quieren que sus hijos sean iguales a ellos. Desde que nace el niño/a se busca el "parenquezco": " SE PARECE A....). Y cuando van creciendo aunque no se parezca a uno de ellos buscan que piense y actue como ellos. Van sembrando en sus hijos un estatus de "preferencia": al más parecido a mi a ese lo consiento y todo es para el o ella. Se crean muros, resentimientos y diviciones en la misma familia. Que luego es llevado a la misma sociedad, así por ejemplo, el racismo, el sistema de clases sociales, la intoleracia, etc.
En resumen:.hay que aprender a ser uno mismo, y reforzar en forma positiva todos aquellos puntos frágiles y débiles que ahogan nuestra identidad.
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