El título no es nuevo y lo dice (pienso) todo. Una mañana salgo de la misa y me puse a observar la gente saliendo del templo. Una señora con el boletín parroquial en mano (parece no lo había leído) lo arroja al piso. "¡Un papel más !" -susurró -. La Una joven sale masticando un chicle y lo arroja al piso. Un señor se cruza entre dos personas hablando y no pidió permiso. ¡Y son católicos!
Una monja observa a un niño poniendo manos a un libro de canto religioso y lo regaña de mal manera. Un sacristan le llama la atención delante del público al que hace la colecta. Un sacerdote en su homilia ataca a los grupos religiosos de la parroquia como sectarios. ¡Y son católicos!
Un monseñor atrapado con un maletín cargando millones de dólares para ser "lavado" en el banco del Vaticano. Un banquero robando. Un seminarista con una joven embarazada. ¡Y son catolicos!
Una joven embarazada camino a una clínica abortista. Un padre de familia echando de su casa a su hija porque perdió la virginidad con un enamorado. Una madre que busca una santera para mejorar la suerte. ¡ Y son católicos!
Un cursillista que le lleva chismes al párroco. Un carismático que le roba a sus clientes. Una anciana que esconde el dinero que le regalan para luego decir que "no tengo nada". Un policía que no se conduele de una señora accidentada. ¡Y son católicos!
Un predicador que viaja por todo el mundo en primera clase. Un religioso con voto de pobreza y montando el auto del año . Un catequista que odia a los negros. ¡Y son católicos!
Un joven que no cree en la confesión ni en los cura ni la Iglesia. Un agricultor que envenena el ganado del vecino. Un taxista que se queda con la cartera de su cliente. ¡Y son católicos!
Un Cardenal que ama a los limpios y ricos. Una madre que no le importa la formación de sus hijos. Un politico corrupto. Una enfermera indiferente ante el enfermo que sufre. ¡Y son católicos!
En fin, la lista sería muy larrrga. El hecho es este: como católicos estamos fracasados. Estamos enfermos y no lo queremos reconocer ni remediar. El germen espiritual esta ensordecido por el egoísmo. La integridad esta muriendo y aún así Jesus sigue gritando:"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".Somos católicos con un maletín lleno de "buenas intenciones" pero que la realidad del mundo, de los más necesitados y sufrientes sigue extendiendo sus manos en espera de justicia, paz y amor.
Una monja observa a un niño poniendo manos a un libro de canto religioso y lo regaña de mal manera. Un sacristan le llama la atención delante del público al que hace la colecta. Un sacerdote en su homilia ataca a los grupos religiosos de la parroquia como sectarios. ¡Y son católicos!
Un monseñor atrapado con un maletín cargando millones de dólares para ser "lavado" en el banco del Vaticano. Un banquero robando. Un seminarista con una joven embarazada. ¡Y son catolicos!
Una joven embarazada camino a una clínica abortista. Un padre de familia echando de su casa a su hija porque perdió la virginidad con un enamorado. Una madre que busca una santera para mejorar la suerte. ¡ Y son católicos!
Un cursillista que le lleva chismes al párroco. Un carismático que le roba a sus clientes. Una anciana que esconde el dinero que le regalan para luego decir que "no tengo nada". Un policía que no se conduele de una señora accidentada. ¡Y son católicos!
Un predicador que viaja por todo el mundo en primera clase. Un religioso con voto de pobreza y montando el auto del año . Un catequista que odia a los negros. ¡Y son católicos!
Un joven que no cree en la confesión ni en los cura ni la Iglesia. Un agricultor que envenena el ganado del vecino. Un taxista que se queda con la cartera de su cliente. ¡Y son católicos!
Un Cardenal que ama a los limpios y ricos. Una madre que no le importa la formación de sus hijos. Un politico corrupto. Una enfermera indiferente ante el enfermo que sufre. ¡Y son católicos!
En fin, la lista sería muy larrrga. El hecho es este: como católicos estamos fracasados. Estamos enfermos y no lo queremos reconocer ni remediar. El germen espiritual esta ensordecido por el egoísmo. La integridad esta muriendo y aún así Jesus sigue gritando:"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".Somos católicos con un maletín lleno de "buenas intenciones" pero que la realidad del mundo, de los más necesitados y sufrientes sigue extendiendo sus manos en espera de justicia, paz y amor.
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