A mi no hay cosa más hermosa que ver a una persona que es espontánea. Y esto se nota más en los niños. Son muy espontáneos. No hay en ellos la reflexión de decir algo, de hacer algo. Simplemente lo dicen y lo hacen.
En este nivel ubico lo religioso. Hay personas muy religiosas que quieren imponer su religiosidad, su creencia. No es raro escuchar a la buena señora decir al cura: " hable con mi hijo para que se convierta, se confiese, se case por la Iglesia....". Busca en otra palabra "cambiar" a esa persona. No dudo de la buena intención y del deseo de la mujer. Eso le preocupa y le hace sufrir. Pero el asunto es muy delicado y profundo. Dice Benito Juarez: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Y hay otra frase popular que dice: "No se gana batalla sino se intenta". Estamos en dos aguas, dos líneas o caminos. ¿Que hacer?
Todo cambio en una persona implica lucha. Las mayorías de las religiones predican el cambio de la persona. Y a los que ya están "cambiados" que no se cambien. A mi modo de observar todas las grandes religiones valoran a las personas, buscan su bienestar espiritual, su felicidad. Pero al mismo tiempo se "inmiscuyen" en la privacidad de ellos. Ese espacio llamado "libertad individual" se rompe o se viola con facilidad y sin escrúpulo. Incluso se le amenaza física, psicológico y espiritualmente. Y esto se hace con diálogos amenos, familiar, y hasta con profecías y visiones. Y llevados a cabo por clérigos y seglares, no importa la formación que se tenga.
Así como veo hermoso la espontaneidad de una persona, es también hermoso la espontaneidad religiosa. Ninguna religión debe ser impuesta, perdería su genuidad. Cuando una persona es obligada o conducida en contra de su voluntad le esta matando su libertad, su espontaneidad y hasta la posibilidad de hacer germinar la fe y el deseo expreso de ser parte importante en la comunidad religiosa.
Esto nos da un dato valioso: la persona no debe basar su religiosidad ni en lo externo (oye, ve), pero tampoco en lo interno de sus instintos ciegos, sino en su convicción como fruto de reflexiones, oraciones, estudios. Religión empujada, religión forzada...frustra a la persona y denigra cualquier religión.
Se puede hablar, dialogar, pero siempre.....RESPETAR. La libertad que nos ha dado Dios es tal que hasta para decirle NO somos libres.
En este nivel ubico lo religioso. Hay personas muy religiosas que quieren imponer su religiosidad, su creencia. No es raro escuchar a la buena señora decir al cura: " hable con mi hijo para que se convierta, se confiese, se case por la Iglesia....". Busca en otra palabra "cambiar" a esa persona. No dudo de la buena intención y del deseo de la mujer. Eso le preocupa y le hace sufrir. Pero el asunto es muy delicado y profundo. Dice Benito Juarez: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Y hay otra frase popular que dice: "No se gana batalla sino se intenta". Estamos en dos aguas, dos líneas o caminos. ¿Que hacer?
Todo cambio en una persona implica lucha. Las mayorías de las religiones predican el cambio de la persona. Y a los que ya están "cambiados" que no se cambien. A mi modo de observar todas las grandes religiones valoran a las personas, buscan su bienestar espiritual, su felicidad. Pero al mismo tiempo se "inmiscuyen" en la privacidad de ellos. Ese espacio llamado "libertad individual" se rompe o se viola con facilidad y sin escrúpulo. Incluso se le amenaza física, psicológico y espiritualmente. Y esto se hace con diálogos amenos, familiar, y hasta con profecías y visiones. Y llevados a cabo por clérigos y seglares, no importa la formación que se tenga.
Así como veo hermoso la espontaneidad de una persona, es también hermoso la espontaneidad religiosa. Ninguna religión debe ser impuesta, perdería su genuidad. Cuando una persona es obligada o conducida en contra de su voluntad le esta matando su libertad, su espontaneidad y hasta la posibilidad de hacer germinar la fe y el deseo expreso de ser parte importante en la comunidad religiosa.
Esto nos da un dato valioso: la persona no debe basar su religiosidad ni en lo externo (oye, ve), pero tampoco en lo interno de sus instintos ciegos, sino en su convicción como fruto de reflexiones, oraciones, estudios. Religión empujada, religión forzada...frustra a la persona y denigra cualquier religión.
Se puede hablar, dialogar, pero siempre.....RESPETAR. La libertad que nos ha dado Dios es tal que hasta para decirle NO somos libres.
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