Estaba tomándome un café en casa de mi amiga, que por cierto tenía muchos años sin verla. Estaba casada y con tres hijos adolescentes. Y entre charlas y charlas me dijo algo que me dejó preocupado: "....en realidad...tengo cuatro hijos".Me quedé aturdido y pensé dónde está el otro hijo. Aclárame eso- le dije- pues no entiendo. Entonces me dijo una larga historia que se puede resumir en esa frase: " mi esposo es un niño ".
Mi preocupación cambió de color y de tema. No era lo que pensé o mal pensé: una relación incestuosa. El asunto estaba en una conducta inmadura. Se trata del marido con una conducta infantil. Es la persona que vivió, creció en un ambiente familiar mimado. Y ahora en el matrimonio quiere reproducir esa misma experiencia que tenía con su madre, de quien nunca fue capaz de despegarse del todo. Es el niño grande de la casa. Quiere que lo traten con delicadeza, con prontitud, con mimo, con lo mejor y mas valioso
A menudo es un hombre pasivo, una mosquita muerta y propenso a eludir cualquier responsabilidad. Este tipo de personalidad suele ser resultado de un padre débil o indiferente y una madre excesivamente protectora. El esposo se las arreglas para llamar la atención, exige muchas atenciones y que la esposa lo trate como si fuera su madre cuando el se encuentra o se inventa estar enfermo, tenso, cansado y hasta ocioso. Carece del sentido de identidad masculina y a veces llega a extremos ridiculos para demostrarse a sí miemo y probar a los demás que es verdaderamente hombre. Puede llegar a ser petulante cuando no se sale con la suya. Tiene un complejo de inferioridad que trata de compensar de diversas maneras.
Estar casado con un hombre así es como trabajar sin sueldo. Se va a requerir reeducarlo, es decir, asumir el mando en el punto donde la madre lo dejó. Habrá que seguir mimandolo, tratarlo como su madre, aguantarle sus absurdas exigencias hasta que el crezca en madurez . De lo contrario el matrimonio se va a la deriva. Mujer, ese hombre usará "pañales mentales" toda su vida sino le cae un rayo y le abra la conciencia para buscar ayuda professional.
Mi preocupación cambió de color y de tema. No era lo que pensé o mal pensé: una relación incestuosa. El asunto estaba en una conducta inmadura. Se trata del marido con una conducta infantil. Es la persona que vivió, creció en un ambiente familiar mimado. Y ahora en el matrimonio quiere reproducir esa misma experiencia que tenía con su madre, de quien nunca fue capaz de despegarse del todo. Es el niño grande de la casa. Quiere que lo traten con delicadeza, con prontitud, con mimo, con lo mejor y mas valioso
A menudo es un hombre pasivo, una mosquita muerta y propenso a eludir cualquier responsabilidad. Este tipo de personalidad suele ser resultado de un padre débil o indiferente y una madre excesivamente protectora. El esposo se las arreglas para llamar la atención, exige muchas atenciones y que la esposa lo trate como si fuera su madre cuando el se encuentra o se inventa estar enfermo, tenso, cansado y hasta ocioso. Carece del sentido de identidad masculina y a veces llega a extremos ridiculos para demostrarse a sí miemo y probar a los demás que es verdaderamente hombre. Puede llegar a ser petulante cuando no se sale con la suya. Tiene un complejo de inferioridad que trata de compensar de diversas maneras.
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