Hoy día se nota un fenómeno muy peculiar: nuestras sociedades tienden vivir una vida amorfa. Se vive pero no hay consciencia de que se vive. O mejor aún: les da igual estar vivo que muerto. La vida ya no es un don, un valor en sí. Mas bien se le ve como un estorbo, un problema, una lucha. ¿Y Dios? Es visto como aquel tren o autobus que pasa y nos deja. Se habla de Dios como si se hablara de un mago, un psíquico..Un ser de fenómenos que sólo se menciona en una tragedia, en un terremoto, un ciclón, una enfermedad...Un Ser de semanas santas, de unas cuantas fiestas patronales, de un día que veo una cruz, o de un cura o monja que cruza a mi lado en la calle...
Lo curioso está en que, por lo general, se cree en Dios. No así de las religiones, de las Iglesias, de los ministros...En ellos el porcentaje es muy reducido. No se les cree. Es que son materialistas, viven muy bien, son moralistas, excluyentes, odiosos, mal hablados, falsos -se suele decir-...Y todas las flores que adornan los epítetos negros o grises. Es difícil convencer a una persona cuando está creyendo sólo lo que le conviene. Es difícil convencer a una persona sin una base religiosa educada y profunda. Es difícil convencerla cuando su ambiente familiar y social también esta distorcionado. Y más aún , convencerla a creer si ha sido herida por un ministro religioso o laico. Que en vez de ser escuchada o acogida se le ha cerrado la puerta.
Muchas de nuestras gentes es muy sensible. De ahí que su fe sea muy sensible. A veces nos acercamos a ellos no con la palabra de Dios sino con un látigo. Nos convertimos en jueces y verdugos. Actuamos no como seguidores de Jesus, como cristianos, sino como escribas, fariseos, esenios, saduceos...Nuestro proceder, lamentablemente, sigue a estos grupos. Se ha ido olvidando nuestra referencia: JESUS. El, es nuestro modelo a seguir. El, vivió en referencia al Padre, no importa las críticas que recibió, sólo importó su lealtad y su amor al Padre. El no se excluyó de su ambiente social, politico y religioso. Fue servicio, entrega con el más necesitado. Compartió con los más pobres y desdichados. Fue consuelo y misericordia, paño de lágrimas para muchos...
Si busca de Dios, búscalo como Jesus: con amor, con entrega y fidelidad. Que nuestra fe no esté basada en simples sentimientos ni en lo que otro diga o haga o deje de hacer. Es vaciarse de lo que somos y dejar que el Espíritu de Dios transforme,llene y actúe en nosotros, no como a un singular individuo, sino como miembro importante de la comunidad de Dios.
El problema del hombre que busca de Dios no es de religión, es de corazón. Las religiones tienen buenas ofertas, sólo que está caras para algunos, o muy baratas para otros. Un relajo. Para que sean "adquiridas" hay que presentarlas con transparencia y amor. Y tal como nos las ofreció Dios en Jesus, con gratuidad. Si tu corazón busca de Dios con humildad y verdad experimentará que la vida es un don y un tesoro que sólo lo Dios se lo merece.
Lo curioso está en que, por lo general, se cree en Dios. No así de las religiones, de las Iglesias, de los ministros...En ellos el porcentaje es muy reducido. No se les cree. Es que son materialistas, viven muy bien, son moralistas, excluyentes, odiosos, mal hablados, falsos -se suele decir-...Y todas las flores que adornan los epítetos negros o grises. Es difícil convencer a una persona cuando está creyendo sólo lo que le conviene. Es difícil convencer a una persona sin una base religiosa educada y profunda. Es difícil convencerla cuando su ambiente familiar y social también esta distorcionado. Y más aún , convencerla a creer si ha sido herida por un ministro religioso o laico. Que en vez de ser escuchada o acogida se le ha cerrado la puerta.
Muchas de nuestras gentes es muy sensible. De ahí que su fe sea muy sensible. A veces nos acercamos a ellos no con la palabra de Dios sino con un látigo. Nos convertimos en jueces y verdugos. Actuamos no como seguidores de Jesus, como cristianos, sino como escribas, fariseos, esenios, saduceos...Nuestro proceder, lamentablemente, sigue a estos grupos. Se ha ido olvidando nuestra referencia: JESUS. El, es nuestro modelo a seguir. El, vivió en referencia al Padre, no importa las críticas que recibió, sólo importó su lealtad y su amor al Padre. El no se excluyó de su ambiente social, politico y religioso. Fue servicio, entrega con el más necesitado. Compartió con los más pobres y desdichados. Fue consuelo y misericordia, paño de lágrimas para muchos...
Si busca de Dios, búscalo como Jesus: con amor, con entrega y fidelidad. Que nuestra fe no esté basada en simples sentimientos ni en lo que otro diga o haga o deje de hacer. Es vaciarse de lo que somos y dejar que el Espíritu de Dios transforme,llene y actúe en nosotros, no como a un singular individuo, sino como miembro importante de la comunidad de Dios.
El problema del hombre que busca de Dios no es de religión, es de corazón. Las religiones tienen buenas ofertas, sólo que está caras para algunos, o muy baratas para otros. Un relajo. Para que sean "adquiridas" hay que presentarlas con transparencia y amor. Y tal como nos las ofreció Dios en Jesus, con gratuidad. Si tu corazón busca de Dios con humildad y verdad experimentará que la vida es un don y un tesoro que sólo lo Dios se lo merece.
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