En Lucas (2,22-52) encontramos un episodio especial y rico de contenido espiritual. Es Jesus, en su doble visita al Templo. Las cuales tienen como objetivo de presentar y mostrar la verdadera identidad de Jesus en el mismo centro del culto hebraico, y por lo tanto, de presentarlas al maximo de expresión, a la cúspide de la autoridad religiosa.
La primera visita (2,25-38) es realizada a Simeon y a la profetiza Ana. La segunda es realizada a los doctores de las Leyes (2,48-50) y el sucesivo encuentro con sus padres (48-52).
La primera visita busca resaltar que Jesus es parte de la historia de Israel, es un hijo de Israel. Por lo tanto, entra a ser parte del plan de Dios. Mas aún , que El es el culmen y cumplimiento de ese grandioso plan. Lo cual le coloca por encima de la Ley, del culto, del Templo, de la jerarquía religiosa. Es el cumplimiento de la profecía es la espera convertida en presente, en realidad. Es Jesus la expresión de Dios, el Dios hecho carne, humanidad palpable y divinidad trascendente. Es el Mesías esperado, el libertador, el que le da sentido a sus vidas, a toda la creación. Es más que un profeta, que un sacerdote, es el Hijo de Dios. Es al que se le deber oír y seguir. La exclamación de Simeon es precisa y clara: "han visto mis ojos tu salvación".
En la segunda visita esta Jesus como la Realidad hecha carne. Ya no es la palabra ni la profecía, es la Realidad, el Hijo de Dios en persona. Y aqui hay dos puntos a subrayar: el tema relativo a la sabiduría de Jesus, un muchacho de 12 años en franco diálogo y discusión con los sabios, los doctores de la Ley. Los dueños y señores de la Ley. Los que se creen tener la única y definitiva verdad; y el tema sobre su relación con el Padre Celestial.
A propósito de su sabiduría dice Lucas que "todos los que le oían estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas". Si hay que aclarar que la atribución de "inteligencia" a un niño no era extraño en la cultura pagana ni en la judía, de ahí que no era exclusivo de Lucas esa atribución. Pero si había algo original: era la inteligencia religiosa de Jesus. Jesus poseía un fundamento religioso muy profundo y claro, lo cual no es muy común en un niño . El asombra a todos los que le escuchan, y esto se debe, como señaló el viejo Simeon, a su identidad como Salvador del mundo (2,31) y como luz de la gente (2,32).
Pero hay más : no sólo la gente se admira de su sabiduría, también los mismos considerados maestros oficiales e indiscutidos de Israel (2,46). Con toda probabilidad, la integración de este dato sirve al evangelista para anunciar que ya ha entrado en el mundo AQUEL que sustituirá la antigua sabiduría hebraica con un nuevo tipo de sabiduría y que a Jesus se aplica, por lo tanto, legítimamente el texto mesiánico de Isaias 11,2:"Reposará sobre El el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia".
El tema de la relación de Jesus con el Padre celestial esta formulado en la pregunta retórica de Lucas 2,49:"¿por qué me buscan? No saben que yo debía estar en la casa de mi Padre?"
La expresión "casa de mi Padre" no se aplica, como erróneamente se oye, al templo, sino mas bien a la 'familia de Dios' en cuanto se distingue a cualquier otra familia humana. Aceptada esta versión la pregunta de Jesus sería :"¿Por qué me buscan, como si yo fuera exclusivamente de una familia terrena? No saben que mi verdadera familia no es la de ustedes, sino aquella del PADRE CELESTIAL, de la cual yo soy EL HIJO? Otra consecuencia del texto así articulado es que Jesus precisa con lúcida determinación los limites de los derechos reinvidicados por Jose y Maria en sus confrontaciones. Ante todo y sobretodo Jesus debe estar al servicio de su Padre. Lo demás tendrá sentido en cuanto y a la medida en se sigue esta lógica.
La dura verdad: Jesus no se debe a Jose y Maria, sino a Dios. Por lo tanto, a lo Absoluto.
La primera visita (2,25-38) es realizada a Simeon y a la profetiza Ana. La segunda es realizada a los doctores de las Leyes (2,48-50) y el sucesivo encuentro con sus padres (48-52).
La primera visita busca resaltar que Jesus es parte de la historia de Israel, es un hijo de Israel. Por lo tanto, entra a ser parte del plan de Dios. Mas aún , que El es el culmen y cumplimiento de ese grandioso plan. Lo cual le coloca por encima de la Ley, del culto, del Templo, de la jerarquía religiosa. Es el cumplimiento de la profecía es la espera convertida en presente, en realidad. Es Jesus la expresión de Dios, el Dios hecho carne, humanidad palpable y divinidad trascendente. Es el Mesías esperado, el libertador, el que le da sentido a sus vidas, a toda la creación. Es más que un profeta, que un sacerdote, es el Hijo de Dios. Es al que se le deber oír y seguir. La exclamación de Simeon es precisa y clara: "han visto mis ojos tu salvación".
En la segunda visita esta Jesus como la Realidad hecha carne. Ya no es la palabra ni la profecía, es la Realidad, el Hijo de Dios en persona. Y aqui hay dos puntos a subrayar: el tema relativo a la sabiduría de Jesus, un muchacho de 12 años en franco diálogo y discusión con los sabios, los doctores de la Ley. Los dueños y señores de la Ley. Los que se creen tener la única y definitiva verdad; y el tema sobre su relación con el Padre Celestial.
A propósito de su sabiduría dice Lucas que "todos los que le oían estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas". Si hay que aclarar que la atribución de "inteligencia" a un niño no era extraño en la cultura pagana ni en la judía, de ahí que no era exclusivo de Lucas esa atribución. Pero si había algo original: era la inteligencia religiosa de Jesus. Jesus poseía un fundamento religioso muy profundo y claro, lo cual no es muy común en un niño . El asombra a todos los que le escuchan, y esto se debe, como señaló el viejo Simeon, a su identidad como Salvador del mundo (2,31) y como luz de la gente (2,32).
Pero hay más : no sólo la gente se admira de su sabiduría, también los mismos considerados maestros oficiales e indiscutidos de Israel (2,46). Con toda probabilidad, la integración de este dato sirve al evangelista para anunciar que ya ha entrado en el mundo AQUEL que sustituirá la antigua sabiduría hebraica con un nuevo tipo de sabiduría y que a Jesus se aplica, por lo tanto, legítimamente el texto mesiánico de Isaias 11,2:"Reposará sobre El el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia".
El tema de la relación de Jesus con el Padre celestial esta formulado en la pregunta retórica de Lucas 2,49:"¿por qué me buscan? No saben que yo debía estar en la casa de mi Padre?"
La dura verdad: Jesus no se debe a Jose y Maria, sino a Dios. Por lo tanto, a lo Absoluto.
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