Vivir a Dios, vivir unido a Dios nos suena grandioso. Es una idea fabulosa. Es la transformación de dos en uno. Ya no son dos, son uno. Es el amor. Es el fuego unido al leño que arde Es la unidad en un solo ser. Dios y el hombre. Mi yo unido al Yo.
Pero ojo. Mucho cuidado. No comiences a construir tu Torre de Babel. Te puedes caer o te pueden derribar. "!Moisés, Moisés!", clamo Dios. "Heme aquí", respondió (Ex 3,4).
A simple vista se ve que el Dios de la fe no es un Dios silencioso, un Dios inactivo. Es un Dios en plena acción. Ante ti, persona, es persona; ante ti, vida, es vida; ante ti amor, es amor. Es el OTRO, que te busca. El que siempre te busca.
Y es el OTRO, que tu también buscas, aun cuando te parezca que haces todo lo contrario. En el fondo ambos nos BUSCAMOS.
Lo buscamos en las cosas, después en las criaturas, y en la medida de nuestra madurez de la fe, lo buscamos mas allá de las cosas y de las criaturas, lo buscamos como el Padre, el Trascendente, el Absoluto. Y lo curioso es que trasciende nuestra búsqueda y nuestros logros y nuestros méritos. Porque El es un DON gratuito. Es el Dios que esta. No necesita venir, siempre esta. A nosotros nos toca la actitud vigilante de encontrarlo. Es salir a buscarlo y decirle como Moisés: "Heme aquí".
Hay que estar claro en una cosa: hay un espacio entre Dios y el hombre. El siempre esta, el hombre escasamente esta o no esta. Significa pues,que El me Trasciende. Reconozco que no soy El. Soy creatividad y criatura de El. El hombre no puede crear nada, solo puede ver, oír, sentir y aceptar lo que El ha creado. Ahora bien, como El esta presente en lo que ha creado, entonces estoy presente en su plan y en su ser como obra de sus manos.
Ya decía Teilhard de Chardin que : "Dios esta en la punta de mi lápiz o en la reja de mi arado". Hay una conexion entre Dios y el hombre, pero no quiere decir que ocupe el espacio de Dios. Yo soy yo, y El es El. Yo soy hijo, y El es Padre. Yo soy el que espera, y El quien esta y siempre viene. Es el Dios presencia. Yo soy quien responde, y El el que llama: "!Moisés, Moisés"! Dios es la voz que habla, yo soy el oído que escucha.
Muchas veces nos creemos "creador". Es verdad que cuando decido una cosa, hago una cosa, tengo la neta impresión de ser yo quien decido y la hago. Pero no he analizado de donde viene la "inspiración" y la "fuerza" de la ejecución. No entendemos, o nos hacemos que no entendemos que la creatividad es de Dios. La colaboración es nuestra. La llamada es de Dios y la respuesta es nuestra.
Y así entendiendo ese "espacio" entendemos que hay espacio para los dos. Un espacio que se da en el AMOR. Para amar solo se necesitan dos. Quien ya no siente a Dios, cerca de el ni sabe dialogar, llorar, pedir o gritar, esta destinado a la soledad, a la tristeza. La persona no se realiza sola jamás. Tiene necesidad siempre de alguien o de algo, hasta llegar a Dios, hasta llegar a la plenitud del banquete, donde estaremos juntos todos, y todos en Dios.
Y como prueba del "espacio" y del "amor" es que Dios no es un ser solitario. Jesús no hace mas que referirse a Otro, al que llama Padre suyo, y dice palabras que no deberían dejar duda sobre la comunicación de las dos personas divinas: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me ENVIÓ y completar su OBRA" (Jn 4,34). Y añade: "No he venido de mi mismo, sino que me ENVIÓ el que es veraz" (Jn 7,28).
Termino con estas otras palabras de Jesús: "Nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me enseno el Padre" (Jn 8,28). Mas todavía: "El que me ha enviado esta conmigo, y no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a El" (Jn 8,29).
Esta es la clave de la unión, de la unidad; "hago siempre lo que le agrada a el". No trate de quitarle el espacio a Dios.
Pero ojo. Mucho cuidado. No comiences a construir tu Torre de Babel. Te puedes caer o te pueden derribar. "!Moisés, Moisés!", clamo Dios. "Heme aquí", respondió (Ex 3,4).
A simple vista se ve que el Dios de la fe no es un Dios silencioso, un Dios inactivo. Es un Dios en plena acción. Ante ti, persona, es persona; ante ti, vida, es vida; ante ti amor, es amor. Es el OTRO, que te busca. El que siempre te busca.
Y es el OTRO, que tu también buscas, aun cuando te parezca que haces todo lo contrario. En el fondo ambos nos BUSCAMOS.
Lo buscamos en las cosas, después en las criaturas, y en la medida de nuestra madurez de la fe, lo buscamos mas allá de las cosas y de las criaturas, lo buscamos como el Padre, el Trascendente, el Absoluto. Y lo curioso es que trasciende nuestra búsqueda y nuestros logros y nuestros méritos. Porque El es un DON gratuito. Es el Dios que esta. No necesita venir, siempre esta. A nosotros nos toca la actitud vigilante de encontrarlo. Es salir a buscarlo y decirle como Moisés: "Heme aquí".
Hay que estar claro en una cosa: hay un espacio entre Dios y el hombre. El siempre esta, el hombre escasamente esta o no esta. Significa pues,que El me Trasciende. Reconozco que no soy El. Soy creatividad y criatura de El. El hombre no puede crear nada, solo puede ver, oír, sentir y aceptar lo que El ha creado. Ahora bien, como El esta presente en lo que ha creado, entonces estoy presente en su plan y en su ser como obra de sus manos.
Ya decía Teilhard de Chardin que : "Dios esta en la punta de mi lápiz o en la reja de mi arado". Hay una conexion entre Dios y el hombre, pero no quiere decir que ocupe el espacio de Dios. Yo soy yo, y El es El. Yo soy hijo, y El es Padre. Yo soy el que espera, y El quien esta y siempre viene. Es el Dios presencia. Yo soy quien responde, y El el que llama: "!Moisés, Moisés"! Dios es la voz que habla, yo soy el oído que escucha.
Muchas veces nos creemos "creador". Es verdad que cuando decido una cosa, hago una cosa, tengo la neta impresión de ser yo quien decido y la hago. Pero no he analizado de donde viene la "inspiración" y la "fuerza" de la ejecución. No entendemos, o nos hacemos que no entendemos que la creatividad es de Dios. La colaboración es nuestra. La llamada es de Dios y la respuesta es nuestra.
Y así entendiendo ese "espacio" entendemos que hay espacio para los dos. Un espacio que se da en el AMOR. Para amar solo se necesitan dos. Quien ya no siente a Dios, cerca de el ni sabe dialogar, llorar, pedir o gritar, esta destinado a la soledad, a la tristeza. La persona no se realiza sola jamás. Tiene necesidad siempre de alguien o de algo, hasta llegar a Dios, hasta llegar a la plenitud del banquete, donde estaremos juntos todos, y todos en Dios.
Y como prueba del "espacio" y del "amor" es que Dios no es un ser solitario. Jesús no hace mas que referirse a Otro, al que llama Padre suyo, y dice palabras que no deberían dejar duda sobre la comunicación de las dos personas divinas: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me ENVIÓ y completar su OBRA" (Jn 4,34). Y añade: "No he venido de mi mismo, sino que me ENVIÓ el que es veraz" (Jn 7,28).
Termino con estas otras palabras de Jesús: "Nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me enseno el Padre" (Jn 8,28). Mas todavía: "El que me ha enviado esta conmigo, y no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a El" (Jn 8,29).
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